La morfina, como vimos en una publicación anterior,
pertenece al grupo farmacológico de los analgésicos opiáceos agonistas puros.
Se trata de un fármaco adictivo que debe estar bien controlado y,
para su administración debe ser pautado estrictamente por el médico. Una dosis
inadecuada puede ser letal.
Tras la administración, se combina con los receptores opiáceos del cerebro y provoca un bloqueo de los estímulos dolorosos (total o parcial). Su consumo está indicado para tratar el dolor en pacientes postoperatorios, dolor crónico intenso inmune a otros analgésicos, dolor oncológico, dolor agudo transitorio o dolor asociado a infarto de miocardio.
La pauta del mismo debe ser individualizada ya que la biodisponibilidad del mismo en el organismo varía según la persona, por lo que cambiará la dosis a administrar.
Luego de la administración, la morfina se distribuye por el organismo, repartiéndose en distintos tejidos con un volumen variable (entre 1,5 y 4,7 l/kg).
Suelen encontrarse volúmenes altos de morfina en el hígado y en el riñón y es escasa su presencia en el SNC ya que es uno de los opioides más hidrofílicos y no se detectan altas concentraciones en el líquido cefalorraquídeo (LCR).
Habrá que tener en cuenta la duración del efecto y las condiciones del paciente á la hora de decidir la vía de administración y la dosis. Vías de administración pueden ser:
Habrá que tener en cuenta la duración del efecto y las condiciones del paciente á la hora de decidir la vía de administración y la dosis. Vías de administración pueden ser:
- Vía oral como solución oral, comprimidos y cápsulas retard.
- Vía parenteral por vía subcutánea, intravenosa, intramuscular, epidural e intratecal.
La morfina se trata de un fármaco muy adictivo por lo que puede llevar a su dependencia y tolerancia. Además, puede provocar efectos secundarios muy importantes como: la depresión respiratoria, sedación, estreñimiento, náuseas y vómitos, ansiedad, sudoración, cambios de humor, euforia, alucinaciones, confusión, mareos, etc.
Por ello, siempre que sea necesario su consumo debe ser bajo prescripción médica y debe controlarse y ser reevaluada continuamente la dosis y los efectos que presenta el paciente.
https://www.ministeriodesalud.go.cr/empresas/bioequivalencia/protocolos_psicotropicos_estupefacientes/protocolos/protocolo_morfina.pdf
http://www.catedradeldolor.com/PDFs/Cursos/Tema%207.pdf
Para saber sobre la historia del fármaco visita:
https://www.webconsultas.com/curiosidades/origen-de-la-morfina-130
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