Introducción a los diuréticos

Tanto el agua como la sal son elementos necesarios para la vida en ciertas cantidades, un exceso o defecto de los mismos produce patologías. 

Cuando se trata de un exceso, el paciente puede presentar patologías tales como glaucoma, presión arterial alta (HTA), insuficiencia cardíaca, problemas renales, entre otros, manifestados normalmente mediante edema (retención de líquidos).

Tratamiento

Para tratar dichas alteraciones, el médico prescribe diuréticos.
Los diuréticos son fármacos destinados a aumentar la micción, contribuyendo a eliminar el exceso de líquidos y de sal del organismo. 

En el caso de que el paciente padecezca hiponatremia o hipovolemia, estos fármacos estarán contraindicados.

Efectos secundarios

Es cierto, que los diuréticos son un tratamiento para mejorar la calidad de vida de un paciente que sufre un problema como los anteriormente citados, pero, de igual manera, la administración de los mismos y el tipo de diurético tiene que estar controlado y reevaluado continuamente. 
Un consumo inadecuado puede conllevar a alteraciones electrolíticas y, por lo tanto, a un déficit de minerales. Por ejemplo: a un paciente con hiperpotasemia no se le puede administrar un diurético "ahorrador de K+".
Otros posibles efectos secundarios de los diuréticos son las posibles deshidrataciones, mareos, dolores de cabeza, calambres, etc.

Para mayor interés visita: 
https://www.youtube.com/watch?v=J-UrNu6Yjwc

Más información disponible en:

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/high-blood-pressure/in-depth/diuretics/art-20048129